Período 2023/2024

Mensaje de Barry Rassin

Presidente del Consejo de Fiduciarios de la Fundación

Período 2023/2024
Noviembre 2023

En este mes en que celebramos a La Fundación Rotaria, reconozcámosla como lo que es: una de las mejores organizaciones humanitarias del mundo.

Muchas organizaciones benéficas, de socorro y sin fines de lucro realizan el mismo tipo de labor, y el público las asocia con las causas a las que se dedican. Pero me pregunto cuántas personas saben que Rotary apoya esas mismas causas -siete de ellas, de hecho-, a las que llamamos nuestras áreas de interés.

Si desean que nuestro planeta disponga de agua potable, buena salud y un futuro sostenible, apoyan las actividades de nuestra Fundación. Si imaginan un mundo en el que existan la paz, la alfabetización plena y las oportunidades económicas para que las comunidades puedan valerse por sí mismas, también creen en la misión de Rotary. Y si desean ver prosperar a las madres y sus bebés, su visión se alinea con nuestra labor.

La Fundación tiene mucho trabajo entre manos. La erradicación de la polio está cambiando el mundo, gota a gota. Los Centros de Rotary pro Paz capacitan a promotores de la paz para reducir la violencia y resolver conflictos. Y a través de las subvenciones globales y distritales de la Fundación, mejoramos vidas.

Nuestra forma de trabajar también nos distingue. Nuestro alcance es mundial, con más de 48 000 oficinas de campo en forma de clubes rotarios y Rotaract. Hacemos hincapié en la custodia de los fondos aportados por los donantes y en la implementación eficiente de sus proyectos. Y siempre buscamos soluciones sostenibles.

Foto de Barry Rassin

Durante el año rotario 2022-2023, la Fundación otorgó 1098 subvenciones globales. Si piensas en lo que puede conseguir una sola subvención, empezarás a comprender la escala de nuestra labor y la magnitud de nuestro impacto, el que la gente puede ver y sentir en su vida cotidiana.

Nuestro distrito apoyó un proyecto de subvención global centrado en la alfabetización y la educación básica en Malaui, donde ayudamos a capacitar a 38 maestros que tienen a su cargo a 4000 alumnos. También construimos dos retretes e instalamos una bomba de agua, para que tuvieran agua potable para beber y lavarse las manos.

Nunca olvidaré que cuando Esther y yo visitamos la escuela, un niño señaló mi insignia de Rotary. La reconoció pues la habían llevado otros voluntarios durante la implementación del proyecto. Me dijo: «Sé que me ayudó. No podré viajar para dar las gracias a las demás personas que me ayudaron, así que, por favor, deles las gracias de mi parte».

Así que gracias, socios de Rotary, en nombre de un niño de Malaui cuyo futuro hicieron un poco más brillante, y en nombre de miles de otras personas a las que ayudaron mediante su apoyo a La Fundación Rotaria.